¿ Qué estamos haciendo ?
¿ Qué estás haciendo ?
¿ Qué es lo que sientes ?
¿ Qué es lo que quieres ?
¿ Qué estás evitando ?
¿ Qué es lo que esperas ?
En cualquier momento de la vida de un ser humano se pueden responder a estas cinco cuestiones.
Solo se requiere un momento y sinceridad para responderlas.
Lo importante no es responder “correctamente” a las preguntas, sino observar y darnos cuenta de su significado global.
Las respuestas nos indicarían el grado en el que estos distintos aspectos están integrados.
Si nos paramos a responderlas puede que sintamos confusión a la hora de contestarlas. En ese caso, y para posicionarnos y tener un punto de apoyo siempre podemos relativizar las situaciones haciéndonos antes otra pregunta previa:
¿ Aquí y ahora, qué es lo verdaderamente importante ?
Si estamos conduciendo, ir atentos a la carretera. Si estamos conversando, escuchar. Si paseamos, disfrutar el paseo.
Una vez que descubrimos lo importante, podemos darnos cuenta del grado de integración que tienen las respuestas de nuestras preguntas anteriores.
No me preguntéis cuales son las respuestas correctas. Cada uno de nosotros debe darse cuenta de las suyas. Y nadie puede decirnos cuales son.