Mindfulness
Mindfulness es una forma determinada de prestar atención, basada en las enseñanzas de la meditación budista. En palabras de Jon Kabat-Zinn, famoso maestro de meditación mindfulness y fundador del programa Mindfulness Based Stress Reduction en el centro médico de la Universidad de Massachussets:
"Mindfulness significa prestar atención de una forma particular, a propósito, en el momento presente, y sin enjuiciamientos".
En teoría es sencillo, siéntate, presta atención a tu respiración, y cuando tu mente se disperse, vuelve de nuevo a centrar tu atención en la respiración de forma paciente, amable y sin enjuiciamiento. Así es como se comienza. Con la práctica diaria y con paciencia calmarás tu voz interior, ese ruido mental que constantemente nos invade en la vida diaria.
Beneficios de su práctica
Practicar mindfulness durante 25 minutos diarios de forma regular produce los siguientes beneficios:
- Fortalece el sistema inmunitario.
- Reduce la ansiedad, el estrés y las emociones negativas, e incrementa las positivas, debido a que practicar mindfulness regularmente tiene como efecto un aumento de la densidad de materia gris de nuestro cerebro en zonas relacionadas con el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional y la empatía.
- Mejora la memoria y la atención.
- Fomenta la compasión y el altruismo.
- Mejora las habilidades sociales y las relaciones personales.
- Ayuda a desarrollar mejores hábitos alimenticios.
- Ayuda a reconocer y modificar reacciones automáticas habituales.
- Mejora el afrontamiento de situaciones difíciles y complejas.
- Aumenta la creatividad.
Postura
Busca un asiento sólido y estable. Siéntate sin apoyar la espalda, manteniéndola recta pero sin tensión. Si ya practicas algún tipo de yoga sentado, utiliza la postura acostumbrada; si utilizas una silla, procura que tus pies estén apoyados en el suelo. Tu cabeza y tus hombros deben descansar relajados sobre tu columna vertebral.
Coloca los brazos paralelos al cuerpo con la manos o los antebrazos sobre las piernas.
Baja un poco la barbilla y mantén los ojos cerrados.
No fuerces tu respiración, no la aceleres ni la enlentezcas, simplemente déjala fluir a su propio ritmo.
Tiempo
Comienza practicando durante cinco o diez minutos diarios.
Si realizas este ejercicio de forma regular podrás aumentar tus sesiones progresivamente hasta llegar a 30 o 40 minutos sin demasiada dificultad.
Lo importante es mantener una rutina que se acabe convirtiendo en un hábito.
Si tu vida diaria es muy intensa y tienes poco tiempo, practicar únicamente 10 minutos al día es mejor que nada.
Práctica
Centra tu atención en la respiración y simplemente observa como entra y como sale el aire por las fosas nasales. Percibe el aire fluyendo de forma natural con cada inspiración y con cada expiración, sin ejercer ningún tipo de control.
Inevitablemente tu mente se dispersará, y a los pocos segundos te darás cuenta de que te has visto atrapado por algún pensamiento. En ese momento, de forma amable y sin enjuiciamiento, vuelve a prestar atención a tu respiración. No se trata de evitar que los pensamientos aparezcan, ésto es inevitable, simplemente déjalos pasar, no te quedes atrapado en ellos, y vuelve amablemente a centrar tu atención en la respiración.
Conforme vayas adquiriendo el hábito de meditar y vayas profundizando en su práctica irás descubriendo los beneficios que la meditación mindfulness tiene sobre tu estado físico y psicológico.
¿ Quieres comenzar a practicar ?
Si quieres comenzar a practicar mindfulness puedes hacerlo a través del siguiente enlace en el que encontrarás varias de mis meditaciones guiadas.