Procrastinación III: 9 claves que te ayudarán a ponerte manos a la obra
Como ya hemos visto, aunque existen distintos grados en los que puede afectarnos, la procrastinación es algo común a todos. Para enfrentarte a ella, te propongo 9 claves que te ayudarán a ponerte manos a la obra.
1.- Fíjate metas realistas, que puedan ser cumplidas a corto plazo, en lugar de establecer grandes metas inalcanzables. Si no eres un corredor habitual y te has propuesto correr la media marathón, no sería buena idea comenzar por hacer 10 km diarios. Es posible que el primer día no lo consigas y que el segundo comiences a encontrar «buenas» razones para aplazarlo. Lo mejor que puedes hacer es marcarte metas asequibles, como correr unos 10 minutos diarios la primera semana e ir aumentando el tiempo progresivamente conforme vayas evolucionando.
2.- Si la tarea es considerable, divídela en varias partes para que te resulte menos pesado enfrentarte a ella.
3.- Comienza por dedicar solo unos minutos a realizar esa actividad que te resulta tan poco atractiva, no te obligues a acabarla hoy mismo. Lo más difícil es siempre ponerte manos a la obra, una vez que hayas comenzado te costará menos continuar.
4.- Valora lo que conseguirás una vez que hayas terminado esa tarea. No la veas como algo que «tienes» que hacer, sino como algo que «quieres» hacer. Puedes considerar, por ejemplo, los beneficios que obtendrás para tu salud si haces ejercicio regularmente, si dejas de fumar o si pierdes esos kilos de más.
5.- No te dejes embaucar por tu mente, aprende a detectar los mensajes saboteadores. No hagas caso a mensajes del tipo «hoy no estoy de humor para empezar la dieta”, o “será mejor dejarlo para mañana”. Cada vez que seas consciente de ellos pregúntate a qué dirección te llevan. Sé consciente de que el mejor momento para comenzar, si es que realmente quieres hacerlo, es «ahora».
6. Piensa en los demás, a veces no eres la única persona perjudicada cuando decides aplazar continuamente tus tareas. Si estas haciendo un trabajo en grupo, otras personas pueden verse afectadas.
7.- Piensa que en la mayoría de las ocasiones «no es para tanto». Solemos dejarnos llevar por la pereza o por el miedo a la hora de enfrentarnos a la tarea. Sin embargo, generalmente, una vez que la hemos terminado nos damos cuenta de que realmente «no era para tanto».
8.- Recuerda tus experiencias anteriores. Ya sabes que con retrasar la tarea no conseguirás deshacerte de ella, eso sí, ganarás un plus de estrés y ansiedad.
9.- Y si el problema está en la organización de tu tiempo siempre puedes seguir métodos de productividad personal, como GTD, que te ayudarán a organizarte.