Propósitos de Año Nuevo
Antes de que comiences con los propósitos para este Año Nuevo recuerda que ocurrió con los del Año Pasado. ¿ Los recuerdas ? ¿ Se han cumplido ? Bueno, si no es así no te castigues por ello, pero ten en cuenta lo siguiente a la hora de establecer los nuevos propósitos.
No dejes los propósitos en el aire. Establece un plan de acción claro y sencillo. Piensa que lo que realmente estas haciendo es crear un nuevo hábito. Imaginemos que la pretensión es hacer deporte. Puedes planificar la hora a la que lo harás, el tiempo que le dedicarás y la frecuencia semanal con la que lo practicarás. No comiences demasiado fuerte. La planificación te permite realizar un seguimiento del cumplimiento del plan.
Disfruta plenamente tu nueva actividad. Cuando la practiques sé consciente del momento presente en lugar de divagar mentalmente.
Conéctalo con algún acontecimiento cotidiano de tu vida. Al levantarte, al salir del trabajo, al llevar a tu hijo a clases de inglés… Es cuestión de buscar el momento oportuno.
Repasa cada día los pequeños cambios y beneficios que te aporta el nuevo hábito. Es importante que seas consciente de tu progresión.
Coméntalo con los amigos, en las redes sociales, o con la familia. Puedes servir de ejemplo para alguien más.
Prémiate a tí mismo. Si el ejemplo es practicar deporte por la mañana temprano nada tan reconfortante como un buen desayuno para reconstituir fuerzas. Si se trata de una dieta de adelgazamiento, regálate un momento para meditar o hacer algo que te gusta.
No dejes que la práctica de tu nuevo hábito dependa de tu estado emocional. Si un día no lo practicas no es el fín, no es un fracaso, ni una catástrofe. Somos humanos, no máquinas. La cuestión es ser amable contigo mismo cuando te encuentres mal, en lugar de dejarte guiar por pensamientos negativos. Retómalo donde lo dejaste. Seguro que estás en mejor posición que el primer día de práctica.
Establece un plan para cuando rompas el plan. Revisa las razones por las que empezaste, coméntalo también a los amigos o familiares. La cuestión es buscar apoyos y razones para volver a practicar. Si tras la revisión decides que realmente no lo disfrutas o no es lo que esperabas, piensa que habrás aprendido algo nuevo. A partir de aquí será el momento para establecer otro nuevo propósito que mejore tu vida.